Diversificar la producción y oferta a los consumidores con policultivos y recuperación de semillas nativas y criollas
Policultivos en el huerto
Contrariamente a la producción convencional, que solo se enfoca en una sola especie generando un “monocultivo”, en Agroecología se busca establecer varios cultivos a la vez y en el mismo lugar; por ejemplo, en el mismo potrero.
Las formas más corrientes de hacerlo son dos:
Cultivos Mixtos
Se trata de poner las plantas mezcladas a fin de que se favorezcan entre ellas. Existen asociaciones que son muy conocidas, el maíz con el poroto, por ejemplo. Al sembrarlos juntos, el poroto por ser una leguminosa ayuda a la fertilización del maíz y éste, al crecimiento del poroto permitiéndole desarrollarse más al poder guiarse en su caña. De la misma manera es muy usada la del trigo con el trébol. También se trata de un cereal y una leguminosa. En este caso, se produce también un excelente aprovechamiento del espacio. Ambos crecen juntos, pero la cosecha del trigo permitirá que el trébol complete su crecimiento quedando instalada la pradera para los años siguientes.
Cultivos Intercalados
Se trata de colocar los cultivos en el potrero por hileras o por paños que se van repitiendo hasta completarlo. Por ejemplo, si se trata de hortalizas de verano, se podrían colocar varias hileras de lechugas, a continuación, hileras de tomates, de cebollas, de zapallos italianos. Después de éstos se repiten las lechugas, los tomates, las cebollas y los zapallos hasta llenar el potrero. De esta manera, al separar los sectores donde se coloca la misma hortaliza, se hará más difícil que se propaguen las plagas. Por otra parte, como cada cultivo tiene tiempos diferentes de crecimiento, los trabajos de limpias, riegos y cosechas quedarán mejor repartidos en el tiempo, así como los ingresos por las ventas.
Sucesiones de Cultivos
Cuando se habla de sucesiones se está haciendo referencia también a la diversidad de cultivos en un lugar, pero teniendo en cuenta el tiempo. Es decir, se trata de no repetir el mismo cultivo en el mismo lugar. El ir cambiando el cultivo ayuda a no agotar el suelo y a cortar el crecimiento de las plagas, en especial las del suelo. También se utiliza en algunos lugares como forma de aprovechar la fertilización del cultivo anterior: trigo después de papas, por ejemplo. Esta práctica es especialmente recomendable al hacer fertilización orgánica ya que ésta produce efectos a más largo plazo que la fertilización química.
La sucesión ayuda también en forma efectiva en el control de las malezas invasoras. En este sentido se habla de plantas que “ensucian” el campo, como los cereales, por ejemplo, que al no hacerles trabajo durante varios meses (limpias, escardas, etc.) facilitan la aparición de malezas.
Se llama plantas “limpiadoras” por el contrario a las que necesitan esos tipos de trabajo (la papa, el maíz, por ejemplo) y que de esta manera van a mantener el suelo sin malezas. Y plantas que “ahogan”, que son aquellas que, por crecer más rápido y tupidas, no dejan crecer las malezas. Es el caso de las forrajeras como el trébol o la vicia. Una buena sucesión es la que las va alternando para favorecer el control de las malezas.
Rotación de Cultivos
La rotación de cultivos es la práctica de alternar cultivos en un mismo suelo específico, dentro de un patrón o secuencia programada de cultivos anuales sucesivos, de modo que cultivos de las mismas especies o familias no crezcan repetidamente sin una interrupción en el mismo suelo.
Para hacerla se necesita tener en cuenta todos los elementos que hay en el campo o que influyen en la toma de decisiones del productor. De esta forma la rotación llega a ser la forma de relacionarlos, de ordenarlos y, por lo tanto, de planificar a futuro el conjunto de la producción. Al planificar una rotación de los cultivos se aplican todos los principios y criterios de manejo agroecológico que se han explicado, por eso es un buen resumen llevado a la práctica.
Es también la forma en que finalmente estará organizada la producción del predio. Una buena rotación de cultivos no se puede realizar de un día para otro. Es necesario irla preparando, pensando bien las diferentes alternativas. Mientras llegue el tiempo de organizarla, se puede aplicar la práctica de las sucesiones.
Biodiversidad
Agroforestería
Los sistemas agroforestales son formas o patrones de uso de la tierra muy antiguos y ampliamente practicados, en donde los árboles son deliberadamente plantados dentro de la misma parcela de terreno junto con cultivos orgánicos y/o animales, como parte de un arreglo espacial o dentro de una secuencia temporal.
Ventajas
1. Articula conocimiento forestal, veterinario y agronómico
2. Aporta estabilidad ecológica y sustentabilidad por medio de la protección del suelo (gota de agua), controlando erosión y preservando el agua.
3. Disminuye los efectos del viento Y permite una protección contra incendios
4. Aporte de biomasa para abono o fertilidad del suelo y su función como bombeo de nutrientes, permitiendo además una alta eficiencia fotosintética.
5. Desarrolla un microclima favorable
6. Diversidad de especies, de alternativas de usos y diversificación productiva.
7. Promueve el desarrollo de flora y fauna
8. Entrega un plus estético y de hermoseamiento del predio
9. Aumento de recursos para el agricultor
De esta forma, la agroforestería es un sistema productivo que además de generar ingresos mediante la comercialización y consumo de los cultivos y praderas establecidas, permite hacer un mejoramiento de los suelos, evitando el avance de la erosión, mediante la forestación y el sistema de plantación en curva, la cual genera a largo plazo una producción importante de leña, lo cual evitaría el actual grado de deforestación campesina.
Para el diseño de un sistema agroforestal debe considerarse que la finalidad es recuperar los rasgos ecológicos fundamentales del bosque. Los patrones de disposición de las plantas son específicos a los lugares. Los patrones posibles incluyen:
1. El cultivo intercalado de especies de árboles con plantaciones anuales.
2. El aclareo de franjas de un metro de ancho en bosques primarios o secundarios, a intervalos convenientes y plantando especies agrícolas perennes que toleren la sombra.
3. La introducción de prácticas de manejo como el raleo y la poda para permitir que más luz penetre al suelo de la plantación, y la siembra de especies de cultivos seleccionados entre las hileras de árboles.
4. En zonas con pendientes, es posible sembrar especies de árboles en hileras a través de la pendiente, siguiendo las curvas de nivel; en distintas disposiciones de la siembra y con distanciamiento variable entre ellas.
5. Las cortinas o barreras de árboles de uso múltiple alrededor de parcelas de campos de cultivo.
6. El distanciamiento de árboles en forma regular o al azar en zonas de agricultura intensiva.